Los volcanes de Ecuador: un patrimonio natural de belleza y riesgo

Los volcanes de Ecuador: un patrimonio natural de belleza y riesgo
Armando de la Garza
Quito, 23 de mayo de 2025 — Ecuador, conocido por su diversidad geológica y paisajística, alberga una de las cadenas volcánicas más impresionantes del mundo. Desde los majestuosos picos nevados hasta los activos en constante vigilancia, los volcanes del país representan tanto un patrimonio natural como un reto para las comunidades y las autoridades.
Una cadena volcánica única en el mundo
Ecuador cuenta con aproximadamente 30 volcanes activos, entre los que destacan el Sangay, el Tungurahua, el Cotopaxi y el Reventador. La Cordillera de los Andes atraviesa el país de norte a sur, formando un cinturón volcánico que se extiende desde la frontera con Colombia hasta el sur del país. El volcán Cotopaxi, uno de los más emblemáticos, se eleva a 5.897 metros sobre el nivel del mar y es uno de los picos más altos y activos del país.
El riesgo y la vigilancia constante
La actividad volcánica en Ecuador ha marcado la historia y la vida de sus habitantes. El volcán Tungurahua, por ejemplo, ha tenido varias erupciones en las últimas décadas, afectando a las comunidades cercanas. Las autoridades del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional mantienen un monitoreo constante de estos volcanes, utilizando tecnología avanzada para detectar signos de actividad y emitir alertas tempranas.
El turismo y la conservación
A pesar de los riesgos, los volcanes también son un importante atractivo turístico. Caminatas, escaladas y observaciones de paisajes únicos atraen a visitantes nacionales e internacionales. La conservación de estos ecosistemas volcánicos es fundamental, ya que albergan biodiversidad única y son esenciales para el equilibrio ambiental del país.
Desafíos y perspectivas
El cambio climático y la actividad sísmica representan desafíos adicionales para la gestión de los riesgos volcánicos en Ecuador. La preparación y la educación de las comunidades cercanas son clave para mitigar posibles desastres. Además, el gobierno continúa fortaleciendo los sistemas de monitoreo y alerta temprana para proteger a sus habitantes y preservar este patrimonio natural.
Los volcanes de Ecuador son símbolos de la fuerza de la naturaleza y de la belleza del país, pero también requieren una gestión responsable y constante vigilancia. Su presencia en el paisaje es un recordatorio de la dinámica tierra en la que vivimos, y su conservación, una tarea que involucra a todos los ecuatorianos.